19.12.10

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A veces...escucha sonidos.

Generalmente está sólo, pero aún así oye pasos y puertas cerrándose. El piso es viejo y las demás plantas están vacías.

Poco a poco la gente del pueblo se ha ido mudando a los centros urbamos en búsqueda de oportunidades. Nadie pretende quedarse en un lugar inhóspito, frío y sombrío. Donde el musgo gana terreno entre casas abandonadas que se desmoronan con el tiempo.

Es sábado por la noche, y las calles están vacías. Ya nada queda de aquel ruido de fiestas y gente paseando. Ya nada queda de los viejos amigos que llamaban para invitarlo a unas copas. "La edad se los tragó", intentaba autoconvencerse, pero la verdad es que él se encerró en si mismo desde que ocurrió aquello que no puede recordar.

Es sábado por la noche, y él está vacío. El viento se cuela por un pequeño orificio que hay en la ventana del salón. Sobre un viejo sillón descansa un viejo abrigo. Sobre una vieja mesa descansan 13 cajas de cigarrillos vacías, una con 4 cigarrillos y una concha que hace las veces de cenicero que se desborda de colillas.

Sobre sus oídos descansan unos fonos Sony, y en su bolsillo un pequeño reproductor que cargó el día anterior. Escucha los desgarradores sonidos de Jeff Buckley.

De pie, frente al ventanal enciende un cigarrillo y contempla la lluvia bajo los faroles. De niño le gustó hacer aquello. Se sorprendía con el vaivén de los postes cuando estos eran golpeados por fuertes ráfagas de viento.

Este mes olvidó pagar la cuenta de la luz, por lo que debe esperar hasta el lunes para acercarse a cancelar. Mientras, una vela moribunda ilumina y distribuye el sucio aire que hay en aquella pequeña habitación.

Es sábado por la noche, y su único panorama es ver como caen las gotas de lluvia bajo los faroles. Tres cigarrillos y aquel libro policial que ha leído al menos cinco veces.





Saludos!

Sota...

5.12.10

Chove en Santiago

Llevo mes y medio en Santiago de Compostela.

Y todo ha sido una tremenda novedad. No sólo el hecho de estar fuera de tu país, en otro continente...de por sí es novedoso, si no que el contraste respecto a las expectativas que se generaron...

Estoy en Galicia, país de vientos furibundos y lluvias incesantes. De paisajes verdes y húmedos. De gente amable y orgullosa de su cultura.

Estoy en Galicia, en la tierra de celtas y lusos, donde no se escucha el canto del flamenco y sobre las corridas de toros. Estoy donde suenan las gaitas y Luar Na lubre y Milladoiro suenan con orgullo por los angostos pasajes de piedra de esta ciudad en pleno Xacobeo.

Camino por pasajes bañados por la lluvia, que proviene de rincones desconocidos. Tierra de mujeres hermosas y vinos. Tierra de santos y peregrinos...

Y a pesar de tanta belleza me siento sólo. Y claro, dejé todo por esta oportunidad.

No puedo negar extrañar a mi sobrino(Nico, 1.8 años) palmoteando mi rostro por las mañanas. No puedo negar extrañar aquella comida preparada por mi madre, ni las miradas inquisitivas por mi padre.

No puedo negar que es raro estar en la más absoluta soledad. A pesar de que me agrada y seduce, es compleja y avasalladora.


Cada día espero ese amanecer diferente. Cada noche espero. Cada tarde espero. Y nada pasa. Me absorve y diluye Santiago.

Espero no deshacerme con el agua que cae día a día. Espero ser capaz de aprovechar y vislumbrar lo que guarda para mí esta tierra.


Saludos,





Sota/En tierras lejanas