28.8.07

La noche se encargará...

Al salir de aquel viejo edificio, se encontró de frente con un desolado y sucio callejón. Miró a su alrededor, estaba cercado por tres edificios de hermosos diseños, grandes palacios al estilo Europeo del siglo XIX. Frente a él, la única salida a aquel callejón.

Pasada la medianoche, el camino se hace complicado en el centro de Santiago. Todo tipo de seres y personajes deambulan ocasionalmente por cualquier parte. Nadie sabe que se puede ver.

Luego de contemplar aquellos inmensos muros, dió la espalda a las grandes puertas doradas y se encaminó hacia el origen del pasaje, al llegar, miró hacia ambas direcciones y no vió más gente. Dobló hacia Morandé.

Por la esquina dobla un hombre vestido de naranjo, con un escobillón en manos y un carrito por delante, que se detenía cada ciertos metros y recogía toda la mugre dejada por los últimos visitantes de la noche. Todo debe estar perfecto para mañana, cuando nuevamente los grises vuelvan a trabajar.


Pasó por su lado, sacó de su bolsillo un cigarrillo, y de la chaqueta un encendedor. Se detuvo en la esquina, prendió, aspiró...cerró los ojos, y viró hacia la Alameda.


El frío parte las manos y paraliza...a una cuadra de distancias dos hombres atraviesan la calle corriendo con algo en las manos. Otro tipo detrás avanza un par de metros y cae de rodillas...se toma el pecho...y se azota la cabeza contra el pavimento. "¿Qué hago?"...

Se detuvo, miró hacia todos lados, y a lo lejos vió acercarse a un carabinero. Dio la media vuelta y se dirigió hacia Monjitas. No hay para qué meterse en problemas. Al regresar a la esquina inicial, notó que ya el barrendero no estaba, había desaparecido. La calle nuevamente desolada y bañada en una bruma espesa, que se escabullía por entre los colosos grises y acariciaba sutilmente los adoquines.

Dió media vuelta y comenzó a correr. Pasó junto al bulto tirado en la calle, y escuchó como el carabinero avisaba por radio que un hombre, de cerca de 40 años, contextura media, un metro ochenta de estatura, se encontraba muerto, con una puñalada en la espalda y una contusión en el cráneo, víctima de un asalto. No se detuvo.

Para que meterse en problemas, mejor alejarse de estos, ponerse una venda en los ojos...y perderse en la bruma.

La noche se encargará de todo.


Saludos!

4 comentarios:

Daniela dijo...

Que fuerte...
me encanto como relataste la historia, cada detalle hace que te vayas imaginabndo a la perfeccion los lugares, me huele claramente a narracion de una experiencia real...

Toxico el lugar donde vives, cuidate mejor será!

cariños!

Anónimo dijo...

comparto eso de ke es toxico el lugar donde vives.... parece ke me esta gustando la trankilidad del campo...
el otro dia eran como las 3 de la tarde iba caminando y vi en un auto estacionado... justo en el extraño dia en ke el sol pegaba con fuerza una guagüita debe habr tenido alrededor de un año por ke ya se mantenia paradita pero no caxaba nada y era muy chikitita, estaba encerrada en el auto!!!! me dio tanta impotencia... y antes ke yo llegara a la eskina la gente se acercaba al auto... miraba hacia adentro y se iba... "es mejor evitarse problemas" me dio tanta impotencia los weones animales de padres ke tenia esa niñita ke espere unos 40 minutos hasta ke llegaron pa subirlos y bajarlos a xuxas... se salvaron ke no habia un miserable paco cerca... pero no entiendo esa wea... como tan inconcientes... en la espera yo le golpeaba el vidrio a la niñita... era tan linda... pero derrepente se aburria y se ponia a llorar... me daba penita... 40 MINUTOOOOS!!

Sota dijo...

¿Mejor no meterse en problemas?

Anónimo dijo...

Wena compadre...

Buen relato, bastante veridico si así se quiere...

Es parte de lo que nos toca vivir a diario en esta puta sociedad...

Saludos