Y todo sigue igual

Y todo sigue igual

En silencio, observa como el mundo sigue su curso...como la lluvia surge del cielo, cómo las gotas al caer rozan las hojas, y como estas planean hasta acariciar la tierra húmeda...todo sigue igual...y nadie hace nada.

Aturdida, seca una lágrima y mira como los autos aceleran...luego de unos metros, y llegando a un semáforo en rojo, se detienen...la gente en los autos se mira al espejo, otros conversan con el copiloto...unos pequeños realizan malabares en la esquina; un joven toma de la mano a su novia y cruza la calle...al llegar al otro lado...la chica lo mira, se cuelga de su cuello y lo besa tiernamente...luz verde, y los autos comienzan nuevamente su marcha....todo sigue igual...y nadie hace nada.

Un largo y profundo suspiro, trata de dejar de llorar, pero las lágrimas no paran de brotar...un doloroso quejido...y tras un basurero...unos cartones se mueven, y un anciano se pone de pie...sin abrigo, y la poca ropa rota, camina a duras penas apegado a la pared, tratando de capear la fuerte lluvia...es invierno, y quizás cuanto tiempo lleva sin probar bocado alguno...se detiene frente a una casa...llama...espera, tembloroso...una cortina en el segundo piso se mueve...nadie sale...una ronza toz...el anciano camina...y nuevamente nadie sale...y sigue buscando...aún con hambre...aún con frío...todo sigue igual...y nadie hace nada.

Devastada, cierra los ojos y siente el frío viento, sopla con fuerza...su pelo está mojado...su cara también...ha llorado muchas horas, quizás días...frota sus manos, levanta la vista...la gente sale de los edificios, apurada...¿siempre estarán apurados?...corren, se detienen en un paradero...algunos fuman, otros hablan por celular...pasan varios minutos, y apretados en un bús comienzan el largo retorno a casa...donde alguien de seguro los espera...ella los observa...y ellos...ellos...nadie la vé...todo sigue igual...y nadie hace nada.

Temblorosa...trata de recordar algo...nada...a lo lejos...una camioneta fúnebre sale de un viejo edificio blanco, afuera, unas viejas palmeras que aun resisten...por las escaleras, un joven baja, un hombre mayor afuera lo espera...lo besa...lo abraza...un ataúd pequeño es transportado...los autos se detienen, la camioneta de luces encendidas toca la bocina agradeciendo el gesto...junto al auto, el anciano con un caf{e en la mano y a{un desabrigado, mira hacia en interior, tiende su mano sobre el vidrio...y ora en voz alta; la gente en el paradero, mira hacia el frente, y ven la escena..."es un angelito"...todo sigue igual...y nadie hace nada.

El joven, camina por la vereda, los conductores, el anciano, la gente del paradero lo observa...camina cabizbajo...se acerca a una banca...extiende el brazo...buscando una pálida y frágil mano...

- Vamos...ya lo entregaron- dijo con calma voz.

Con los ojos irritados y llenos de lágrimas, la mujer se puso de pie, abr

azó al joven, lo besó ...de su bolsillo sacó una tarjeta, la cuál tenía una foto...era un pequeño...de mirada alegre y amplia sonrisa...bajo la imagen, y con coloridas y temblorosas letras...se leía..."Te Quiero Mamita"...

La mujer guardo la tarjeta, secó sus lágrimas, camino bajo la lluvia

hasta el paradero, atravesó la calle, y al cruzarse con el anciano...le dió unas pocas monedas...el hombre la miró, y le acarició la mano...

un auto se detuvo, la mujer se sube junto al joven, este la acaricia...y se marchan...las hojas caen, los autos, los enamorados, los mendigos, la gente hacia el paradero...ella destrozada...

...todo sigue igual...y nadie...nadie hace nada.