Al comenzar el día


No fué un buen día el de ayer. Definitivamente no lo fué.

Aunque nuevas perspectivas y oportunidades aparezcan en el horizonte, aunque muchas cosas parecieran mejorar, hay otras tanto o más importantes que me hacen tambalear.

Hoy desperté...y el mal día de ayer se transformó en caldo de cabeza para hoy. Y lo peor, es que muchas veces uno no puede hacer nada, o no puede hacer mucho por cambiar aquellas situaciones, la cabeza puede estar, pero a veces el físico te mata. En mi cabeza, 10.000 ideas dando vueltas..."Mamá...ojalá cambie de parecer.¿Qué haría yo sin ella?"."Maldita Universidad, maldito trabajo, maldita vida que llevo, terminará matandome". "¿Y si quedo en el Banco?...todo mejoraría". "La extraño, sólo sé que la extraño y la necesito aquí, conmigo, siempre."."Rayos, si hubiese estudiado un poco más, de seguro que me hubiese ido mejor...es que estaba muerto de sueño...si no me podía ni las 'patas' ".

El metro venía repleto, traté de pensar en cualquier otra cosa, se abrió un espacio entre la muchedumbre, despacio me moví entre ellos(el moverse un poco ya es un gran avace), una mujer deja un asiento, miro alrededor, nadie a quien dárlo, sólo hombrotes grandes. "Mejor me siento"...extraje un pequeño libro, uno que recopila los "mejores cuentos de Santiago en 100 palabras 2005-2006".Comencé a leer, quedé pensando en "Esperanza", y estaría seguro que a Dostoievski no le gustaría Santiago...porfavor!, es asqueroso!.

De pronto, el hombre qeu estaba parado frente a mí se movío, y en el suelo había un niño, de unos 5 años, con la cara un poco sucia. Su madre, sentada tras de él, unos 40 años, de vestimenta humilde, baja, delgada, morena, tuerta. Me impactó la imagen, sobre todo la del niño, con una mirada tan triste, "¡Pero si tan sólo es un niño!" pensé.

Algo sentí aquí, profundo, en el pecho, algo apretó y se tensó ahí dentro...me hubiese encantado tanto ayudarlo, pero no tenía ni un peso, ni nada...

Me miró a los ojos, y le regalé el librito de cuentos. Me miró sorprendido, abrió los ojitos y me sonrió.

¡Ese niño, con su sonrisa, me compuso el día!

Saludos!

Sota/Sí se puede!