24.1.11

Tú.



La Soledad nunca es mala compañía. Es la amante fiel y testaruda. Que cada cuanto abandonamos para centrarnos en relaciones que nos absorven y nos hacen disfrutar de situaciones que con ella no podemos vivir.

Pero cada tanto volvemos a buscarla y siempre está en la misma silla, en ese mismo rincón, con el mismo vestido y arreglándose para tí.

Quizás hay algo más para mí. Quizás no. 50 y 50.

No sé que será de mí. Ya no temo que me vean con ella de la mano. A veces pienso que sólo ella me ha sido incondicional...que sólo ella me entiende y siempre ha estado ahí para mí.

Hoy está aquí, porque yo la elegí. Porque la quiero conmigo. Pero no dejo de sentirme culpable. No se lo merece. ¿Yo sí?.

Es la que por las noches y mientras duermo me mira en la oscuridad y me acaricia el pelo. Es la que me toma de la mano para salir de paseo y observar a desconocidos en las cafeterías, buses, bares y plazas. Es ella la que sólo tiene ojos para mí.

No puedo prometerte amor eterno, no puedo prometer que siempre estaré contigo. Ni siquiera sé que haré mañana ni el próximo año.

Pero gracias por estar.



Sota/Con frío.

2 comentarios:

Ela dijo...

quizás le guste estar ahí para ti...

un abrazo para que se pase el frió =)

Ana Esther Méndez dijo...

Soledad sonora... Soledad fiel. Soledad que brama... La soledad no es traicionera? No puede llegar a dominar tu alma en momentos de pesadumbre? Puede que... al fin y al cabo lo que intente sea preotegerte y llenarte con su manto gris de su propia esencia... Puede. Quién sabe, todo depende del cristal con el que se mire. Todo es tan relativo... a lo mejor mañana al despertarte descubres que no es tan aliada como parece, y quién lo sabe?