Road to Matanzas

Desesperado.

Quiero partir ya mismo a Matanzas. Cada vez que pienso en mi madre, en los atardeceres, en las caminatas, en las noches eternas, en el río o el mar iluminado por la luz de esa luna grande de verano... me dan unas ganas locas de correr!

Recuerdo aquella tardecita de fin de verano, cuando lleve a mi Lucrecia a conocer aquel mirador.

Quizás en un tiempo más, pueda poner mi casa en ese lugar, o muy cerca...siempre mirando desde arriba al gigantesco e impresionante pacífico. Quizás en unos años pueda disfrutar desde un amplio corredor de un café caliente y ver como los pinos y eucaliptus son azotados por el viento Sur.

Bueno, aquella tarde, Lucrecia y yo nos conocimos mucho más, nos hicimos más amigos. Fueron días maravillosos, donde ya la gente se había ido de los pueblos cercanos y sólo quedaban los habitantes de siempre. Esa gente linda, esa gente mayor y de esfuerzo. El humo que sale de las salamandras al atardecer se hace presente y avisa a la familia que es hora de volver a casa son ese olor tan característico de la leña quemándose.

Cuando se esconde el sol y el cielo se pinta de tonos lilas, los hombres vuelven a casa y traen junto a ellos, los rebaños de ovejas.

Debo reconocer que he pensado seriamente en dejar todo de lado e irme. Pero no.

Aún.

Matanzas para mí, es como el vientre materno para un bebé. Siempre, toda la vida desearé volver a él.

¿Tienes algún lugar donde refugiarse?, ¿algún lugar donde te sientas seguro, a salvo?.

¿Tienes algún lugar donde de verdad quieras volver y quedarte para siempre ahí?.

Les dejo un pequeño registro de esa tarde. Disculpen la baja calidad del video.

La música, por lo demás, es de Pornopop, un grupo islandés...y el tema "Nicotine and the backward lounge". No lo sobrepuse, sino que lo estaba escuchando en el Polito.

Un abrazo.

Ps: A quienes entran...anónimamente...saludos también para ustedes!

Sota/Animal Planet.